En 1982 rodó su corto “Vincent” (1982), un título de seis
minutos con apariencia expresionista y animación stop-motion
en el que aparecía como narrador el mismísimo Vincent
Price. Ese mismo año adaptó para televisión los cuentos de
Aladino y la lámpara maravillosa y de Hansel y Gretel para
televisión en la serie “Los cuentos de las estrellas”.
En 1984 apareció, de nuevo en la Disney, uno de sus cortos
más recordados, “Frankenweenie” (1984), historia de humor
negro que narraba en blanco y negro la historia de un joven
llamado Víctor, quien, tras perder a su perro en un accidente
de tráfico, decide revivirlo al estilo de Frankenstein. |